Amor prohibido,
amor fatal,
como rosa en el jardín,
entre las bellas, bella eres:
excitante para los sentidos,
prohibida para el tacto.
Siento tus espinas
cuando te toco
a escondidas
y se me clavan,
en la carne de la culpa
y me hacen sangrar.
Pero recuerdo tu aroma,
y el color de tu piel,
también su tacto
y no puedo evitar
tocar tus espinas
y volverme a culpar.
Dulce castigo el de la culpa
cuando de saciar mi sed viene
pues mucho peor seria,
como un infierno en vida,
desearte como te deseo
y no poderte besar.
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